8 tips prácticos para afrontar el Síndrome Post-vacacional

07.09.2020

¿Qué es el Síndrome Post-vacacional?

Después de las vacaciones, podemos leer muchos artículos sobre el Síndrome Post-vacacional aunque a mí me gusta más llamarlo Reajuste adaptativo.

Este reajuste se da efectivamente después de unas largas vacaciones y afecta a la persona a un nivel corporal, mental y emocional.

Es una adaptación orgánica de la persona a las rutinas que necesita su tiempo y proceso.

Las personas que no están cómodas o no se sienten satisfechas en su trabajo o en su vida cotidiana, tienden a alargar más el proceso de este reajuste.

Para ellas es necesario reflexionar sobre un cambio que les beneficie y aunque este cambio no se produzca ahora, al menos sería conveniente plantearse qué metas a medio y largo plazo quieren definir.

Ir en pos de unas metas puede ayudarles a levantarse con mejor ánimo y encontrar un sentido a lo que están viviendo ahora.


Posibles síntomas

Cada persona es única y puede experimentar diferentes síntomas tanto físicos como emocionales. Algunos que yo misma he padecido y he visto en algunos clientes son:

  • Tristeza y/o ganas de llorar.

  • Nostalgia y recordar constantemente lo vivido en las vacaciones.

  • Insomnio y/o dificultad para dormir o conciliar el sueño.

  • Lentitud y aletargamiento.

  • Desubicación temporal y/o espacial, pérdida temporal del sentido de la realidad.

  • Cansancio generalizado y fatiga.

  • Estrés y dispersión.

  • Bajo estado de ánimo en general, apatía.

  • Pérdida de motivación e ilusión.

  • Dolores musculares y/o articulares.

  • Dolor estomacal.

  • Migrañas o dolores de cabeza.

  • Pérdida de apetito o comer compulsivamente.


Recomendaciones

Cuando era más joven podía irme de vacaciones, llegar el día previo de comenzar a trabajar y al día siguiente levantarme para comenzar otra vez la rutina laboral.

Eso sí, mi jet lag se notaba a la hora de atender a otras personas (aunque no hubiera estado fuera del país, me sentía desubicada) y mi falta de concentración y dispersión hacían que se me hiciera un mundo ese primer día.

Ahora necesito tiempo y respetar mis tiempos internos para volver a reubicarme y adaptarme.

Antes de comenzar a trabajar o de volver a la rutina, es importante que nos demos un tiempo de rehabituación, es decir, es conveniente programar la vuelta para unos días antes de comenzar a trabajar.

Así nuestro organismo y nuestra psique pueden irse adaptando poco a poco al espacio y tiempo donde se encuentran.

Recomiendo también comenzar a regular los horarios de acostarse, de levantarse y de comidas para una adaptación progresiva a la rutina.

Cuídate mucho en este periodo de reajuste; quizás tengas cierta añoranza o melancolía de lo que has vivido en vacaciones o de la libertad y flexibilidad que has experimentado.

En cualquier caso, cuida tus sentimientos dándoles voz y permitiéndote sentir lo que sientes sin juicios. Tus emociones son legítimas y necesarias para pasar este periodo de duelo temporal.


8 tips para afrontar el Síndrome Post-vacacional (o Reajuste Adaptativo)

Estos tips son los que me han ayudado muchas veces a volver con más ánimo a mi rutina habitual.

Son recomendaciones personales basadas en mi experiencia, con lo cual puede ser que algunas no resuenen contigo o no te vayan bien. Experimenta.

  1. Planea las siguientes vacaciones o el siguiente momento de descanso. A mí me viene genial para sentir que "no todo se acaba con las vacaciones". El disfrute y la diversión pueden formar parte de tu rutina.

  2. No te exijas ni te pidas mucho los primeros días o semanas de tu vuelta. Una parte de ti todavía está volviendo de las vacaciones y tu cuerpo necesita adaptarse otra vez al horario, al espacio...

  3. Lleva encima o pon en tu lugar de trabajo un recuerdo de las vacaciones. Este tip es muy personal ya que para algunas personas les puede venir bien recordar sus momentos de diversión para animarlas y proponerse nuevas metas; y para otras es un recordatorio de lo que fue y ya no hay por lo que pueden entrar en más tristeza. Valora si te puede sentar bien esta recomendación.

  4. Realiza actividades agradables y de ocio de manera regular, así el cambio no será tan drástico. Por ejemplo yo este año me he planteado acudir a la piscina de manera periódica y tú puedes hacer ejercicio, comenzar una actividad nueva que te guste...

  5. Date el permiso para que algunas cosas de tu vida no estén atendidas como las tareas domésticas o los asuntos pendientes laborales. Recuerda que tienes un tempo personal y poco a poco irás acomodándote a la rutina, sin prisa y sin pausa.

  6. El mes de septiembre o Mabon en el ciclo celta, es un buen momento para plantearse un cambio y comenzar a liberarnos de lo que ya no nos sirve o no resulta beneficioso para nuestra vida. Así pues nos puede venir bien organizar y tirar cosas en casa, hacer un vaciado de "amigos" en las redes sociales... o incluso terminar alguna relación que ya no nos aporta bienestar. Hazlo a tu ritmo.

  7. El autocuidado es importantísimo en esta etapa; respetar tus ritmos sin compararte con otras personas y escuchar tus necesidades de descanso, de actividad, de sueño, de soledad, de compañía...

  8. Permite que esta etapa pase sin más. Es un reajuste adaptativo y orgánico que necesitamos para comenzar un nuevo ciclo.


Espero que estos tips te hayan ayudado a volver a la rutina respetando tus tiempos y tus necesidades.

Sandra Gamero