Despedirse para abrazar lo nuevo
Gracias a las despedidas podemos abrirnos a lo nuevo. Sin un cierre no es posible estar disponible completamente a lo que viene.
Por ello, sin cerrar una relación de pareja o de trabajo, o sin cerrar una etapa vital de nuestra vida como por ejemplo la adultez, nos será más difícil abrir los brazos, estar receptivos y disfrutar de lo nuevo que se presenta.
Despedirse implica también renunciar. Renunciar a lo que fue, a lo que pasó, a cómo éramos, a las ilusiones. Sólo así podremos estar en la vida.
Un buen cierre implica dar luz a aquello que no funcionó, honrar lo que sí funcionó y agradecer la experiencia vivida.
Sin estos pasos, llevaremos la anterior relación o la anterior etapa en nuestra psique interfiriendo en nuestra vida actual.
Por ello a veces se nos repiten historias con diferentes personas, volvemos a cometer los mismos errores o incluso no acaba de funcionar algo de tu presente como una relación o trabajo nuevos. Tienes algo pendiente que cerrar.
Sandra Gamero