La pareja como escuela de aprendizaje

05.10.2021

Una relación de pareja es una escuela de aprendizaje. Es una manera de experimentar el amor más allá del familiar y además, nos ayuda a desarrollar todo nuestro potencial de amar.

Aprendemos a dar un paso más allá en la sexualidad (a diferencia de los animales), ya que establecemos vínculos profundos a través de la intimidad.

Normalmente en las relaciones de pareja proyectamos en el otro nuestras heridas infantiles ya que el otro nos hace de espejo. Por tanto, estar en pareja implica un viaje de autoconocimiento.

La pareja nos ayuda a ver aquellos aspectos de nosotros que aún no están sanados: mis inseguridades y mis necesidades afectivas.

También, la pareja suele despertarnos nuestra sensación de abandono y nuestros sentimientos de insuficiencia originados en nuestra etapa infantil. Es a través del otro como puedo sanar todas estas heridas que llevamos a cuestas y que permanecen en nuestra memoria celular.

Con la relación de pareja también aprendemos valores: el amor, el respeto, la confianza, la convivencia y cooperación, la intimidad...

Y además, las relaciones de pareja nos ayudan a convivir con otra persona que tiene una historia familiar y creencias diferentes a las nuestras. No es fácil.

¿Qué influye en nuestra relación de pareja?

1. Influye la relación de nuestros padres: si cuando éramos niños tenían una relación lejana o amorosa, si estaban unidos o divorciados,...

2. Influyen nuestras primeras experiencias de amor: nuestro primer amor, nuestro primer amor idealizado, nuestra primera relación sexual...

3. Nuestro sistema familiar: si hubieron infidelidades, acoso, abusos, maltratos, el tipo de relación que la mayoría de nuestros ancestros tenían...

4. Las creencias culturales: es también importante el país donde nacimos ya que cada uno tiene una visión diferente de lo que implica ser pareja, de lo que implica ser mujer o hombre...

Mantener una relación de pareja saludable requiere compromiso y esfuerzo para desarrollarnos juntos a través del amor.

Sandra Gamero