Tips para encontrar tus tesoros interiores

La sensación de no ser útil puede aparecer en momentos clave de la vida, sobre todo cuando la vida nos está pidiendo un cambio o almenos una reflexión por nuestra parte.

No ser útil nos coloca en vacío. No sabemos qué hacer ni hacia dónde focalizar nuestra energía. De hecho, nuestra energía se estanca porque no tiene salida. 

Y esto puede conllevar a frustración, malestar, dolores físicos, apatía, desesperación, incertidumbre, pena, ansiedad, insomnio, y pocas ganas de vivir. 

Todos los días nos pueden parecer iguales porque no hay un propósito al que servir, no hay dirección en nuestro camino a la que seguir. 

Por experiencia personal, esto es un alto en el camino que nos puede ayudar a encontrar aquello que tenemos para dar a los demás. 

Todos hemos venido a compartir eso que somos y aquello que tenemos. Indagar profundamente en nuestros tesoros interiores nos ayudará a estar en contacto con nuestros recursos y nuestro propósito personal y colectivo. 

Nos podemos perder en el camino. Lo útil y nutritivo es poder reencontrarse de nuevo, pasando por noches oscuras del alma, para que salgamos fortalecidos en el proceso. 

Encontrar lo que tenemos para dar a los demás eleva el alma, nos calienta el corazón y nos hace sentir útiles con la comunidad. 

Algunos tips que pueden serte útiles en el proceso son:

- La meditación o las visualizaciones te pueden ayudar a descubrir tus tesoros interiores. 

- ¿Qué te gustaba hacer de niñ@? ¿A qué jugabas? ¿Qué se te daba bien? Solemos mostrar desde muy temprana edad nuestros dones, aunque luego por circunstancias de la vida no se hayan desarrollado. 

- ¿Qué harías cada día aunque no te pagaran por ello? La pasión se lleva desde muy adentro y no conoce límites. 

- ¿Qué necesitas ahora? Estar en contacto con nuestras necesidades vitales nos produce bienestar. 

- Comenzar un proceso de terapia para ayudarte a transitar este momento de cambio o incertidumbre te puede hacer sentir menos sol@ y salir más fortalecido del proceso que estás viviendo.

Sandra Gamero